Como lo comentábamos en un artículo anterior, el logo es parte vital de nuestra marca, podríamos decir que es su cara y por esto se utiliza prácticamente para todo lo relacionado con nuestra marca.
Pero hay mucha diferencia entre un logo que está mal diseñado con uno que ha sido diseñado conscientemente, pensando en todos los factores que lo conforman como sus formas, colores, tipografía, etc; y como estos influyen en el publico meta.
Cuando un logo está bien diseñado cumple con las siguientes características
Define el diseño de la identidad corporativa de tu empresa.
Es la clave para diferenciarnos de la competencia.
Transmite confianza y calidad en los productos y servicios de una empresa.
Puede llegar a convertirse en icono con el paso del tiempo.
Crea cercanía con el público meta.
Es muy común ver negocios con logos que no representan bien la marca o el producto que venden y por lo general obtienen resultados catastróficos a la hora de hacer marketing para conseguir clientes.
Cuando tu negocio no transmite la imagen que debería confundes a tus clientes, puedes no generarles la suficiente confianza o incluso pueden llegar a pensar que vendes algo totalmente diferente a lo que realmente haces sólo por un mal uso de los colores y su psicología.
Lo más recomendable es que la persona encargada de realizar la parte más importante de tu empresa sea alguien con los conocimientos adecuados para cumplir con el objetivo principal, no querrías que un panadero se encargara de reconstruir tu cara en vez de el mejor cirujano plástico.